¿Por qué las cebras no mueren de un ataque al corazón provocado por estrés?

Respuesta: porque mueren devoradas por un león … o viven tranquilas. Gracias al estrés que experimentan cuando perciben un ataque, las presas de los carnívoros pueden poner en funcionamiento todas sus alarmas y mecanismos de huida o perecer en el intento. Un poco de estrés, pues, puede ser beneficioso para alentar nuestra creatividad y ansias de superación.

Lo malo es que el hombre y la mujer de nuestros días pueden verse sobrepasados por las exigencias de toda índole (laboral, familiar, emocional) y no alternar una fase de estrés con una de des-estrés o descanso. Como hace la cebra cuando ha pasado el peligro. El estrés así sostenido pasa a convertirse en distrés, generando síntomas (ansiedad, insomnio) hasta que explota en un verdadero agotamiento nervioso que puede afectar a todos los sistemas, desde una depresión hasta una úlcera gástrica.

Desde el punto de vista del Antiaging Natural, el distres está catalogado como un “acelerador del envejecimiento” y he pasado años alertando a mis lectores a buscar estrategias para soslayar el problema, practicando ejercicio físico, relajación o meditación, tu deporte favorito … hasta que llegó a mis manos la conferencia de Kelly McGonigal. Kelly es una conocida psicóloga que en la charla que hallarás en el link Kelly McGonigal: How to make stress your friend explica que  cuando una persona está pasando por una época de estrés, genera oxitocina, una hormona asociada a las relaciones humanas. Así, gracias a la oxitocina, las personas estresadas buscan el apoyo emocional de amigos y parientes, y el hecho de hablar y compartir los problemas mejora su calidad de vida.

Me parece una visión tan novedosa y positiva que he querido compartirla contigo.

De todos modos, oxitocina aparte, quiero recomendarte una serie de nutrientes que pueden ayudarte a gestionar esta etapa mientras tomas las decisiones más oportunas para cambiar las cosas.

Envejecer comporta una mayor dificultad de adaptación y un descenso en los niveles de energía. La lente ocular pierde flexibilidad y le cuesta adaptar el enfoque de un objeto lejano, a uno cerca. A eso le llamamos “vista cansada” y nos ocurre a todos tarde o temprano. También la fina membrana del tímpano pierde elasticidad, y mucha gente mayor ve disminuida su capacidad de audición. Ese fenómeno esta generalizado en la naturaleza, todos podemos reconocer diferencia entre el tacto tierno de un tallo y como va volviéndose leñoso con el tiempo. La capacidad de adaptarse al estrés no es una excepción. Sin embargo, ¡la adaptación al medio es la clave de la supervivencia!

Un adaptógeno es una planta que ayuda al organismo a adaptarse a situaciones de extrema dureza y al estrés, aportango mayor resistencia y vitalidad. La medicina china y el ayurveda siempre han concedido un papel relevante a este tipo de plantas, sin embargo en occidente, la antiguo Unión Soviética fue la primera en probar científicamente sus virtudes, y lo hizo con la Rhodiola.
La Rhodiola refuerza las cortezas suprarrenales productoras de adrenalina, que pueden agotarse tras un distres prolongado; colabora en la eliminación del cortisol (hormona generada en demasía en situaciones de estrés) y de las toxinas generadas por el excesivo catabolismo; tiene un efecto anabólico, es decir: de construcción celular y ayuda a normalizar los ritmos biológicos. La Rhodiola tonifica sin excitar, es de gran ayuda en casos de depresión leve, reduce la fatiga y mejora la función sexual y la respuesta inmunitaria.

Uno de los efectos más beneficiosos de la utilización de la Rhodiola, es su potencial para reducir los niveles de cortisol. El cortisol vertido en la sangre impide que la persona tenga un sueño reparador y se levanta cansada. Si este es tu caso, mientras aprendes como hacer del estrés tu aliado, como sugiere nuestra amiga Kelly, toma Rhodiola. Una capsula o dos al día bastará. Sobre todo: ¡no lo tomes por la noche! ¡No es un somnífero!