Una de las cosas más chocantes cuando se trata de recuperar el peso con el que te sientes cómoda, es descubrir que algunos alimentos engordan porque los has comido juntos.

Todos hemos oído que el pan engorda. El pan es un hidrato de carbono, una harina refinada, sin fibra (que pueda enlentecer la absorción del almidón) y que por tanto se convertirá rápidamente en glucosa y finalmente en grasa para ser almacenada en los adipocitos.

Igualmente sabemos que el aceite es una grasa. Si queremos perder peso las hemos de consumir con moderación por su alto índice calórico.

Lo que es menos conocido es que si ponemos el aceite en el pan, la suma va a engordar mucho más que es si sumáramos  las calorías que tendrían el par por su lado y el aceite por el suyo. Es decir, comer simultáneamente un hidrato de carbono (o glúcido) con lípidos (aceite, aguacate o grasa animal) resulta poco aconsejable si lo que pretendemos es redistribuir la masa corporal con mucho musculo y poco tejido adiposo y solo donde toque.

Como divulgadora y escritora, toco mucho el tema del sobrepeso y la obesidad. El Antiaging Natural que practico no es un truco para parecer más joven, sino una técnica para gestionar tu Capital de Salud inteligentemente. El “normopeso” (aquel con el que sientes cómoda) es uno de los pilares de la salud y la longevidad, tal como explico en mi libro Antiaging Natural, un programa para regenerar el cuerpo y revitalizar la mente” (Editorial Integral, RBA) que ya va por su 6ª edición.

¿Qué pautas de alimentación seguir?

Mi recomendación es seguir las pautas de alimentación lo más parecida posible a la dieta Paleo. La dieta Paleo es una dieta inspirada en lo que comían nuestros ancestros cazadores y recolectores de bayas, frutos, verduras y raíces. Para entendernos, mucho antes de convertirse en agricultores capaces de almacenar grano y obtener harinas de los mismos. Esto es así no porque el trigo o el arroz sean alimentos desdeñables, sino porque han sido genéticamente manipulados. Su contenido en almidón y gluten se ha triplicado y sobre todo porque en los últimos 40 años tanto el azúcar como la harina se hallan presentes en todo tipo de comestibles. De hecho ahí reside el problema: hemos sustituido la comida por comestibles que el cuerpo ya ni reconoce y ante los cuales reacciona con una inflamación de bajo grado pero constante.https://antiagingsshop.com/es/active-silueta/

Es necesario rediseñar una nueva estrategia de alimentación que potencie nuestro capital de salud, no que lo desequilibre y le haga gastar energía tratando de digerir comida basura. ¿Te has parado a pensar qué nutrientes aporta al cuerpo un “dorito” refrito en vete-tu-a-saber-que-grasa,  con forma triangular y sabor a barbacoa? Yo diría que “cero patatero”;  por el contrario, estamos introduciendo en el organismo cantidad de sustancias que tienen por misión conservar el producto, hacerlo más apetitoso (palatable, se dice ahora) incorporarle sabores, colores y un largo etcétera.

La regla de oro de la correcta combinación de los alimentos

Aprender a comer de nuevo es todo un reto que abordaremos en profundidad próximamente. Hoy, en este post, quisiera aportar un poco de luz sobre los diferentes tipos de alimentos y entender la regla de oro para adelgazar.

No mezclar glúcidos con grasas

Para ello puede ser interesante recordar muy rápidamente los diferentes grupos de alimentos. Vamos allá:

Proteínas animales

  • Carne: De ternera, buey, oveja, cabrito, cordero, cerdo, conejo, liebre, jabalí, venado y caza en general. Aves como pollo, gallina, pato, pavo y avestruz
  • Huevos: De gallina, pato, codorniz.
  • Leche y derivados lácteos
  • Pescados y mariscos: Pescado azul como el salmón, sardina, boquerón, pez espada. Pescado blanco como la dorada, merluza, rape, bacalao. Y dentro de los mariscos: cefalópodos, conchas, mariscos y crustáceos.

Lípidos, o grasas

  • De origen animal: Como la manteca, mantequilla, sebo.
  • De origen vegetal: Como los aceites de oliva, maíz, girasol; y algunos frutos muy ricos en aceites, como el coco, el aguacate, el cacahuete y los frutos secos, las aceitunas; las semillas de girasol, calabaza, lino y  sésamo.

Glúcidos

También llamados hidratos de carbono, que  su vez se dividen en subgrupos:

Glúcidos ricos en almidón

  • Los granos y cereales y sus harinas forman parte del grupo de los glúcidos en todas sus variantes: trigo, avena, centeno, mijo, arroz, maíz, quínoa, y sus harinas así como las pastas elaboradas con ellas (pan, tortas, galletas, pizza, fideos, macarrones, espagueti, canelones etc.).
  • Tubérculos, como patata, boniato, nabo, chirivía, zanahorias, rábanos, remolacha y en general, todo lo que crezca de la tierra hacia adentro.
  • Las legumbres, que constituyen una rica fuente de proteína vegetal: lentejas, garbanzos, judías rojas, blancas, negras, habas, guisantes, habas de soja, azukis y todo tipo de frijoles.

Glúcidos ricos en fructosa

Cuando se habla de hidratos de carbono uno piensa enseguida en pan, pero una fruta también forma parte del grupo de hidratos de carbonos. Si bien en lugar de almidón es rico en fructosa, que en el cuerpo se convertirá en glucosa igual que una harina.

  • Las frutas. Pera, manzana, granada, higos, melocotones, albaricoques, cerezas, fresas, fresones, naranja, pomelo, melones, sandías, uva, plátanos, piña, papaya etcétera, y bayas como los arándanos, madroños, moras, etcétera

Glúcidos ricos en fibra = el grupo comodín

  • Hortalizas, verduras y frutos de la huerta: tomates, calabacines, calabazas, berenjenas, pimientos, col, coliflor, coles de Bruselas, brócoli, lombarda, espárragos, champiñones y setas de todo tipo, alcachofas, endibias, escarolas y todo tipo de lechugas; judías tiernas, acelgas, espinacas, apio, puerros, etc. Este último grupo es realmente el “comodín” que debe estar presente en todas las combinaciones.

Las combinaciones más fáciles

En mi Antiaging Natural, la regla de oro para adelgazar manteniendo un organismo bien nutrido recomienda basar los menús semanales combinando es…

Proteína + Comodín, es decir carne o pescado con hortalizas y verduras y frutos de la huerta.

Ejemplos: Carnes que no sean grasas (mejor pavo, pollo, conejo, ternera o buey que cerdo o cordero) Pescado azul o blanco. Huevos duros o escalfados, no fritos.

Acompañarán la carne o el pescado: ensaladas de lechuga, endibia, escarola, rábanos, tomates bien lavados, pepinos, champiñones, espárragos,  etc. O verduras cocinadas al vapor al hervidas con muy poca agua: acelgas, espinacas, judías verdes, col, coliflor, coles de Bruselas, berenjenas, calabacín, alcachofas etc.

También podemos mezclar el comodín con grasa, por ejemplo: ensalada de tomate y mozzarella a las finas hierbas, con aceite de oliva.

Manteniendo esta proporción puede comerse a satisfacción sin contar calorías.

Estos son nuestros grandes aliados para conseguir nuestro objetivo

Esta estrategia de alimentación irá creando nuevos hábitos. Mientras tanto podemos echar mano de moléculas súper interesantes que nos ayuden a quemar grasa, a evitar la absorción de toda la grasa y los hidratos de carbono que consumimos y por último a manejar con soltura los antojos.

  • Resveratrol. Esta molécula saltó a la fama a raíz del descubrimiento de “la paradoja francesa” que explicaba que aún cocinando con grasa animal como la mantequilla, los franceses no tenían tantos problemas cardiovasculares como sus vecinos debido a los polifenoles del vino tinto. El resveratrol tiene infinidad de beneficios sobre los que me extenderé otro día, pero aquí lo que nos interesa es su capacidad para aumentar la tasa metabólica y estimular la proteína Sirt!, que está asociada al ayuno y el envejecimiento saludable.
  • Té verde. Ayuda a adelgazar porque aumenta el metabolismo, además de aportar una serie de catecolaminas protectoras de la salud.
  • Alga Wakame. Las algas al ser ricas en yodo, aumentan el metabolismo y ayudan a adelgazar.
  • Garcinia Cambogia. Aumenta el metabolismo y regula colesterol y triglicéridos, además contiene un compuesto que evita que el exceso de hidrato de carbono se absorba y se convierta en grasa.
  • Gymnema sylvestre. Una planta de larga tradición en la medicina de la India, con capacidad de equilibrar la absorción de azúcar y bloqueando la absorción de grasas.
  • Azafrán. Lo más novedoso de esta fórmula es la inclusión de los estigmas de azafrán, que mejoran el humor inhibiendo la ansiedad y los deseos de comer hidratos de carbono.
  • Picolinato de Cromo. Este mineral es una preciosa ayuda para evitar el ansia de dulce y picotear entre horas.

Ayúdate con mi producto favorito para esas fechas: ACTIVE SILUETA que contiene diferentes componentes que favorecen la pérdida de peso, todos de los mencionados anteriormente para esta estrategia de alimentación que te propongo.

¿Cómo están tus intestinos?

Un último apunte en este post que pretende ayudarte a bajar de peso sin dejar de nutrirte correctamente y sin pasar hambre: la microbiota intestinal. Su estado equilibrado, tiene una gran importancia tanto en el sobrepeso como en la gestión del apetito.

Eso es muy importante que lo tengas en cuenta, porque a veces somos incapaces de seguir unas pautas tan sencillas como ésta debido no sólo a la presión del entorno (escaparates llenos de bollería, helados, dulces, etcétera) sino porque tenemos un problema metabólico como resistencia a la insulina, o resistencia a la leptina, o bien una disbiosis intestinal, y el impulso de comer fuera de horas se hace irresistible. ¡No te sientas culpable! Ponte en manos de una buena profesional de la salud para que te ayude a recuperar el equilibrio y sigue un Antiaging Natural.