Los intestinos son, según la Medicina Tradicional China, el «segundo cerebro». Los intestinos forman parte de lo que conocemos como sistema digestivo, pero al mismo tiempo es el lugar donde se sintetizan numerosos componentes bioquímicos impresdindibles para el equilibrio y la buena salud del organismo. En los intestinos sintetizamos vitamina K, de capital importancia para el sistema inmunológico, y para la fortaleza de los huesos, así como vitamina B12. También es en los intestinos donde sintetizamos importantes cantidades del neurotransmisor serotonina responsable del equilibrio anímico.
La digestión se inicia en la boca, de ahí la importancia de la masticación y la salivación. Al tragar los alimentos bajan por el esófago hasta el estómago, donde les espera un buen baño de ácido clorhídrico. Curiosamente, solo las proteínas (carne, pescado, huevos, leche y sus derivados) se digieren en el estómago: los hidratos de carbono, como el pan o las pastas, se absorben en el duodeno, una porción del intestino delgado.
El tubo digestivo está poblado por cien mil millones de microorganismos. Teniendo en cuenta que nuestro cuerpo está formado por una cantidad diez veces menor de células, la concentración de organismos vivos en los intestinos da una idea de la importancia de que éstos se encuentren equilibrados y sanos. Se trata de un ecosistema formado por bacterias “autóctonas” buenas y otras que están de paso, entre las cuales puede haber patógenas. Estas últimas producen desechos muy tóxicos, trastornos intestinales, gases, cefaleas… Las bacterias autóctonas forman lo que conocemos como nuestra “Flora Intestinal” y es imprescindible cuidarlas. Viven adheridas a las células intestinales y mantienen los intestinos en perfecto estado de revista para que éste lleve a cabo todas sus funciones.
La flora intestinal puede erosionarse como consecuencia de episodios diarreicos prolongados, estrés (colon irritable) por la toma de antibióticos y sustancias tóxicas.
Para asegurar el buen estado de tu flora intestinal, haz una cura con Peróxido de Magnesio seguido de Probioticos, un par de veces al año como mínimo. El Peróxido de Magnesio de Antiaging Natural, cuando llega al interior de los intestinos, libera un tipo de gas que alimenta la flora autóctona mientras que es letal para bacterias patógenas que hayan podido instalarse ahí. El Peróxido de Magnesio tiene asimismo un ligero efecto laxante.
Tras una
semana con Peróxido de Magnesio, toma nuestro Probiotic 5000 de Antiaging Natural. Es un producto de última generación, una formula rica en diversas cepas de bacterias amigas recubiertas con una protección para asegurar que llegan vivas a los intestinos. Esas bacterias tienen un gran poder de adhesión a la mucosa intestinal para repoblar la Flora de forma rápida y segura.