El envejecimiento trae aparejado para todos los animales, y también el homo sapiens, un descenso  de las funciones vitales, un descenso de energía y un descenso de la producción hormonal, todo lo cual lleva a un descenso de la líbido. Sin embargo, los cambios hormonales en el hombre, mucho menos conocidos que en la mujer, pueden ir acompañados de un problema muy común y no por ello menos desagradable: la hiperplasia benigna de próstata.

Con la edad también el hombre vive cambios a nivel hormonal, aunque de forma más lenta y menos conocida: la andropenia masculina.

El cambio hormonal masculino implica un descenso en los niveles de testosterona; esta hormona está relacionada con la fuerza, la masa muscular, la distribución de la grasa, y la libido. A nivel emocional, el hombre puede perder agresividad, pero en cambio se vuelve más gruñón e irritable; puede ser más vulnerable al estrés, menos eficaz en el trabajo y cansarse con mayor frecuencia. De todo lo anterior, lo que más preocupa es el descenso del deseo sexual y la posibilidad de tener que pasar por quirófano. ¿o no?

La hipertrofia benigna de próstata afecta al 50% de los varones de más de 60 años, y al 90% de los que cumplen 80 años, aunque un 10% de hombres jóvenes, menores de 30 años, puede padecer también ese problema.

Los síntomas de la hipertrofia benigna de próstata son: deseo frecuente de orinar, incluso de noche; cuando orinan lo hacen en poca cantidad y a menudo se quedan con ganas. Puede aparecer goteo entre micciones y disminuye escandalosamente la libido.

La testosterona es una hormona anabolizante natural que aumenta la síntesis proteica, impide que se asienCancer-de-Prostataten las grasas en el abdomen. En la Andropenia el descenso de la testosterona va acompañada de un aumento de las hormonas FSH, LH y estradiol en su forma DHT (dihidrotestosterona) extremadamente activo, responsable de una estimulación descontrolada y la consecuente absorción de testosterona en exceso. Durante su proceso de metabolización, parte de la testosterona sufre lo que se denomina “proceso de aromatización”, transformándose en estradiol. Estos cambios hormonales pueden desembocar en un aumento de la próstata que afecta a las vías urinarias, de ahí los problemas en la micción.

La buena noticia es que algunos principios activos naturales como los contenidos en la planta Serenoa Repens, también conocida como Saw Palmeto, la ortiga o el Pygeum Africanum pueden mejorar e incluso detener el proceso de hipertrofia y aliviar sus síntomas, si se tratan a tiempo.

En Antiaging Natural nos gusta más tratar ese trastorno a base de plantas y semillas naturales que utilizando hormonas femeninas.
Yo recomiendo el preparado SOPROST de Antiaging Natural. Es una fórmula que contiene en sus proporciones idóneas el Pygeum Africanum, Saw Palmeto, Urtica dioica, el mineral Zinc, la vitamina B6 y el aminoácido L-Glutamina. SOPROST puede proteger la próstata y devolver el deseo sexual. También es importante evitar alimentos que han absorbido hormonas y tóxicos. Todos hemos leído casos de peces hermafroditas a causa de vertidos químicos que vuelven locas las hormonas. Cuida mucho tu alimentación. Vive tu sexualidad muchos años protegiendo la próstata con plantas naturales.